y por siempre y para siempre.

martes, 17 de junio de 2008



Hoy, fue un día no comun en mi vida, partiendo por mi madre, que no se encontraba en mi casa en las mañanas para despertarme con ese doloroso grito en la mañana... DESPIERTATE YA ES TARDE, como lo extrañé hoy. Me levante temprano, todo lo típico de un día normal, pero tampoco lo era. Pasó el día, las horas dentro del sanatorio estudiantil, queriendo que llegará la hora de partir a mi casa, dormir un poco y luego levantarme para chatear con mi amor. En el colegio, volví a ver a un amigo que hace mucho tiempo que no lo veía, y luego estaba en mi sala invitado por la Javiera, comiendo completos para el cumpleaños de mis compañeras Paula y Camila, ese antiguo amigo era el Mauricio, que volvió de sus estudios en el extranjero de Santiago capitalista, solo por un tiempo, tomandose un break de la rutina de tomas que su universidad tenía. Luego hable con Gerardo, el mejor profesor de música, por qué no decirlo? Lo es. Le dije que por asuntos personales requería retirarme un poco antes de las clases del Coro. Llegó la hora de coro y comenzamos con la vocalización, y luego empezamos a cantar mi canción favorita, esa canción que siempre soñé vocalizar... The Lion, esa que todos lesean tarareandola como "Lamismawea (8)"... Luego proceí a retirarme de Coro. Esperando en el paradero, planeaba mi ida a Viña del Mar a ver a mi abuelo, lo quería ver por última vez. Llegando al Almacén de mi papá vi que los animos no eran lo de siempre, me pasó el celula, era mi mamá quien estaba en la otra línea, me avisaba del fallecimiento de mi abuelo, mi tito lalo a quien tanto quiero, amo y respeto. Te extrañaré no sabes cuanto... fuiste parte fundamental de mi vida y de mi crecimiento. Te vi como hombre grande, fuerte... por algo me crie así, con un poco de brutalidad y apego a lo mas querido. Descanza en paz mi Tito lalo, aca las cosas estarán muy bien... tu descanzo eterno será nuestro consuelo ante tu dolor y tu inminente partida de lo carnal, anda tranquilo, cruza tranquilo, mi madre ya te perdonó tus errores juveniles, tu descendencia también te ha perdonado, pues has sabido crecer y aprender de tus errores, y enseñandoles a tu legado, lo bueno y lo malo. Siempre recordaré tu rostro fuerte y tu mirada sonriente. Tus enojos a ratos, y tus chistes de cada instante. Tu constante apego a tu esposa, y tambien tus retos a ella. Te amo abuelo, y quisiera rendirte un tributo, pero no lo se... solo con recordarte siempre y tenerte y llevarte en mi corazón sabras que te quiero, que te extraño y que espero tu llegada nuevamente. Creo fielmente en la reencarnación, y como lo sabes... siempre vendra el retoño que nos alegre y nos recuerde a tí y a la madre de mi madre. Este mensaje no queda hasta aquí, sabes que seguiré escribiendote, desde la cercanía... desde que me miras con tu mano en mi hombro.