Mi historia de nadie.-

martes, 28 de abril de 2009

Escarbe en mi mente,
en mi corazón las palabras precisas para encontrar tu perdón,
más no te pude ser feliz,
por todo,
por mi odio,
por mis celos más estúpidos
nuestras mentiras,
y el universo de tierra y agua donde nuestro amor era inalcanzable,
y el maldito oráculo se reía de nosotros,
mientras combatíamos la adversidad de los que no nos quisieron ver atados,
vernos amándonos.

Y me tormento y se alborota mi conciencia,
intentando no haber perdido la razón,
amor sin odio,
con momentos de histeria y celos sin control,
donde mi luz se perdió,
donde tu amor partió, y el vacio…
dime que se hace cuando corazones con lágrimas rojas suplican tu regreso, cuando el retorno se ve borroso,
cuando mi vida se ha perdido,
cuando texturas nuevas has probado,
cuando me hierve la sangre por ser esa tela,
por ser la seda que te envuelva nuevamente y ser tu diamante en bruto,
volverme al inicio cuando juntos prometimos despegar condenados a sonreír, cuando permanecimos pegados jurándote que mientras estés en el cielo yo besaría tus pies condenada al infierno,
por amarte,
por mi suicidio,
por mi existencia,
por tu voz que diga,
aun te recuerdo,
saber que mi presencia te marca,
que yo estuve presente en tu alma y pensar tal ves que besas otras maderas recordando lo que alguna vez fue tu sauce en donde descansaste,
la que encorvó su espalda para salvarte del más violento cause de lágrimas,
en el cual te tomé la mano y te traje a tierra,
yo podría haberte sostenido en mis fuertes troncos,
en cada una de mis ramas,
pero ilusa te dejé caer,
bajo tonteras,
infames historias que no eran tuyas,
no eran nuestras,
por creer en los demás y no en ti,
no en tus hermosos ojos,
si las historias relatadas por otros hubiesen sido ciertas,
no lo pensaría,
con tal de estar a tu lado,
por ser tu migaja…
tal ves por ser un trozo de tu corazón,
sumergida en mi garganta,
por tenerte,
por amarte,
por consolarte,
si sólo te enamoraras,
si sólo me vieras nuevamente,
si mis torturas se limpiaran por fin,
para no amarrarte a mi,
no ser tu cadena.

Ahora ve,
libre,
insubordinado como siempre,
y cada ves que el aire toque mis mejillas,
pensaré en ti mi bendito bandido,
perpetuando cada momento en mi mente,
creando nuevos mundos imaginarios,
donde personajes ficticios nos representan,
donde sueños toquen tu boca,
donde imágenes acaricien tu pelo,
donde yo sería feliz,
mi historia de nadie.